jueves, 27 de agosto de 2015

El modelo del piscópata


“El camino hacia la cima es duro, pero es más fácil trepar si te apoyas en otros. 
Y mucho más fácil si los demás piensan que son ellos los que están sacando algo.”
(un ejecutivo de éxito)*
1.
Un ex ejecutivo de una empresa de cosméticos internacional asesina brutalmente a su esposa. El aparato comunicacional está de parabienes: ni Patricia Highsmith lo hubiera pensado mejor.
Todo amplificado en la escena de la intermedialidad tecnológica: tele, redes, chips en nuestras subjetividades.
Veo en un noticiero, con el morbo habitual en la sociedad del espectáculo (ellos, yo) que analizan la personalidad del criminal. Lo describen como narcisista, inescrupuloso a la hora de imponer su voluntad por cualquier medio, que goza sometiendo (a la esposa, en este caso) y que se brotó cuando sus "propiedades" y statu quo, su imagen social,  quedó expuesta al peligro que suponía la voluntad de divorciarse de la esposa.
Indignada, una periodista se pregunta cómo las empresas donde este hombre trabajó, todas "de primer nivel", no testean a sus ejecutivos, no les hacen evaluaciones psicológicas.Se las hacen, le contesta un colega. Justamente, al parecer, este tipo de conductas psicopáticas son perfectas para ocupar cargos.
Un manipulador, que impone su voluntad, que vende alegría, felicidad, optimismo y oculta lo negativo; no acepta lo distinto, que quiere que todos hagan lo que dice...¿no es un perfecto modelo de ejecutivo de ventas de cualquier empresa capitalista?
Ninguna novedad, como diría E.U, es el discurso  del Amo, como siempre.
Mad Men, en clave Siglo XXI. Más cínico, más despiadado, pero con una cosmética (¿el significante Avon?) que lo encubre como naive.
Simulacros de P. Dick.
Me recuerda a  Durán Barba, el titiritero del #candidatoaPresidenteprocesadoMauricioMacri y su legitimación de la mentira como estrategia de ventas, en las que también se basa todo el sistema de comunicación publicitario. (Esa sí que es una comunicación totalitaria, de paso, señora Legrand, la que financia por otro lado programas/productos como  el suyo o el de su amiga Susana Gímenez). Basta con googlear qué características debe tener un ejecutivo de ventas, y veremos el perfil similar al del psicópata asesino, des humanizado, que las empresas proponen para estos "enamorados del éxito"; "que vende hasta cuando duerme". Según algunos estudios, las profesiones que encabeza esta lista, con preferencia de las empresas financieras, bancarias y de abogados, son "profesionales de los medios de comunicación, personal de ventas y cirujanos. Los periodistas, policías y miembros del clero también ocupan un lugar al tope de la lista. "**. Y las características:
  •  "falta de remordimiento;
  •  la amabilidad que puede aparecer y desaparecer sin previo aviso; 
  • gusto por maltratar a los subordinados;
  • el egocentrismo, la mentira, la capacidad de manipulación, [...] la pobreza emocional
Su codicia, su falta de escrúpulos y de remordimientos, son cualidades muy buscadas por las corporaciones, de manera tal que este modelo de psicópatas al estilo M. Dowglas en la clásica Wall Street son muy solicitados por el mercado. Eso, por no recurrir a lecturas como las de Canetti en su  estudio del caso Schreber y la relación entre poder y paranoia.
Demás está decir que ellos (el asesino y la víctima) en el caso de Farré,  portan todos los símbolos del proyecto de éxito burgués, de lo deseable por la clase media, lo que incrementa el escándalo: familia exitosa,  aún jóvenes, con dos propiedades inmuebles y tres humanas (llamados también "hijos"); vacaciones en pequeños paraísos all inclusive y todo mediatizado en las redes sociales.
Incluso, al parecer, hay un intercambio muy Highsmithiano con un estudio jurídico donde el asesino construye su estrategia defensiva previa al crimen.
Cada vez que el femicidio irrumpe en el mundanal countrie (García Belsunce, Nora Dalmaso, Rosana Galiano...) el tabú opera.
2. 
Un trabajador, aparentemente echado de una cadena de TV yanqui, mata en vivo a dos de sus ex compañeros, lo filma con su celular y lo sube a Twitter o a Instagram o a ambas, da igual. Tenemos dos registros: la transmisión del propio camarógrafo asesinado, que muestra en su última imagen la cara del asesino; y la subjetiva del propio asesino. Lo que iba a ser una "nota de color" o de relleno, se viraliza, la aldea global se prende como a la teta, no podemos dejar de mirar los videos.
Otra vez: un tipo aparentemente humillado por su despido, o por haber sido reemplazado por una mujer, o por alguien más joven, quién sabe,  lo importante es mostrar, exhibir, obedecer al deseo del Otro, que nos mira, Big Brother, Amo gozador de nuestro sometimiento y obediencia.
Business is business, my friend.
¿Por qué inquietarnos por estos casi "modestos" crímenes, en un sistema que para sostenerse requiere de grandes genocidios, de la explotación de millones, de la eliminación de pueblos enteros, para apropiarse de sus recursos, o de su trabajo, o de sus bienes?
Tal vez porque acá el factor humano se humaniza, experimentamos cierta empatía, los vemos, no son cifras de una estadística de denuncia de las injusticias con los niños y niñas en los países empobrecidos (y no pobres); no son los anónimos cuerpos de inmigrantes que rechaza Europa como basura; ni los mexicanos que el candidato republicano de derecha amigo del candidato de derecha vernáculo pretende echar más allá del muro (que además pagarán ellos, los "mexicanos", responsables de todo los males, junto al resto de la basura latina). Donald no debe haber visto Un día sin mexicanos, probablemente.Pero habla en serio. No me río de sus payasadas como algunos que se reían de las payasadas de Hitler o del borracho Galtieri.

3.
MasterChef, un concurso televisado de cocina. Dos finalistas, excelentes cocineros. Uno, la imagen de un trabajador, que se esfuerza, que aprende, que toma riesgos, con una actitud humilde, generosa.
El otro, imagen de soberbio, estudiante de marcketing, egoísta, bastante inescrupuloso. And the winer is....Obvio.
4. 
Hay, aunque con menos glamour criminal, otra característica inquietante en esta exaltación de los valores del discurso del explotador. Pululan por todos los ámbitos, en la eduación, en las empresas, en la administración pública, la gestión cultural, la militancia política, en los centros de salud, en los comercios....son esos garcas que viven del trabajo ajeno. Tienen estas características: seducen, encantan, engatuzan...Y cuando son descubiertos...... mejor tenerlos/as lejos.

 * Cfr. Dutton, Kevin, La sabiduría del psicópata, en http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-252378-2014-08-07.html, cosultado agosto 2015.
** cfr. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/03/140327_economia_empresa_jefe_psicopata_vp

viernes, 14 de agosto de 2015

"Igual que la calandria"

"Borges describió las palabras como 'símbolos de recuerdos compartidos' 
(Dra. Iona Heath, Ayudar a morir) *


 Kokoschka Painting, 1917 Oskar. Isla distante
Desde el punto de vista del amor, afortunada de mí. Claro, todo se paga de uno u otro modo y ahí aparece el el dolor.
No dolor romantizado ni dolor paralizante. No.
Dolor que busca palabras, como dice S. Beckett: "no quería escribir, pero acabé por resignarme. Con el fin de saber dónde estoy, dónde está. Al principio no escribía, sólo hablaba. Después olvidaba lo que había dicho. Un mínimo de memoria indispensable para vivir de verdad."**
Palabras que me unieron en amistades entrañables.
Una no quiere nombrar una ausencia con otra, no quiere restarle protagonismo, no quiere pincelar con tonos ajenos la unicidad de cada ser. Eso que tienen de únicos, y eso que tienen de únicos para nosotros, en el diálogo que hemos establecido y compartido, con palabras dichas, silencios, con miradas, con lazo amoroso, con discusiones, con intensos momentos donde hubo esa otra cosa indecible de las relaciones. Escuchar música juntos. Compartir, en el caso de Del, infancia además, y volver a elegirnos, cada vez, después de larga ausencia...
"de nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia...igual que la calandria" que también canta en otro canto, al prisionero, y esto es código de conversaciones donde ya somos menos...
Me duermo intentando una comunicación con ella, y su ausencia me rodea y su nombre aparece en todas las cosas: de pronto, el mundo, los programas de radio, las revistas, las personas, mencionan a Delfinas. Los muros de las redes sociales, tus hermanos, amigos, todos....te nombramos en voz alta. Después, será el repique en cada pecho, en cada interior donde hace eco el recuerdo como ausencia de tu presencia.
Me consuelo pensando que pudimos, quisimos, decidimos ser amigas y eso ya es mucho. En un tiempo en el que las relaciones son complejas, en las que la mayoría de las personas tiene miedo, desconfianza, ocupa posiciones evitativas, se enmascara, nosotras, y las otras y otros que son nosotras (porque estas amistades están hechas de nuestro vínculo, y del vínculo que forman otros lazos, las otras amigas y amigos, las relaciones familiares, infancias, adulteces, incluso los ex, los amores tuyos, los de ellas, los de ellos, los míos, etcétera).
Los libros que leímos ambas. Los que leímos juntas. Los que ya no leerás y yo diré, al leerlos: mirá, escuchá, como te gustaría esta historia...
Todo eso que ahora surge, eso que no sabía de vos, eso que me cuenta esa otra persona que compartió otra parte, otra faceta de tu vida.
Imágenes, recuerdos captados para la eternidad de nuestro mirar, único y a la vez, mudable, legable. Nuestras caras (rostros), breves como fotos, dice por ahí Berger.
Tenemos tan pocos recursos.
Vivimos sin Dios, sin fe, y hacemos del misterio y la esperanza deformaciones.
Los depredadores y los chantas, los estafadores aprovechan.
Y el discurso médico que no sabe dar tregua ni consuelo, impone condiciones a veces inaceptables;
y el discurso del amo consagran rituales de los que se sirven otros, pero no nosotros.
No podemos.
Ni siquiera confiamos en nuestra propia percepción del cuerpo.
No sabemos acompañar a los moribundos, porque somos soberbios, negamos los finales, nos defendemos, vivimos en un páramo de desamparos incrédulos, y todo lo demás.
Te toco.
Te abrazo en el umbral, ya no para retenerte, sino para acompañarte.
Así nos comunicamos cuando las palabras son un esfuerzo demasiado grande.
Te hablo, con esas palabras que no me pertenecen, que salen de mi boca, de la entraña, pero son como un coro de la humanidad que hay en mí, pero también en vos, y en todos/as los que amamos y dolemos.
Conservo el recuerdo cálido de tu voz, de tu mirada, sonrisas y llantos. Espantos, alegrías.
Tu miedo, querida, lo cargo en mi espalda. Me pesa, no voy a negarlo, pero lo elijo, porque somos amigas, somos libres.
Aprendí un poco quizá.
Vos, ninguna de ustedes, es su enfermedad, es su final.
La muerte no fija la foto, la eternidad quizá sea eso, esos instantes en los cuales conectamos, la conciencia de haber vivido. La película.
Quizás.
No sabemos.
Tu isla distante, tal vez se hayan encontrado allí las dos.
Los tres.
Los miles.
Incertidumbre es vida.
Ahora el viento disipará esa pequeña verdad, y podremos volver a recordanos, recuérdame, te recordaré, como fuimos, cuando la vida era nuestro territorio común.




* Heath. Iona, Ayudar a morir. Con un prefacio y doce tesis de John Berger, Katz,Buenos Ares, 2008.
** Ibídem.

lunes, 10 de agosto de 2015

Para Delfina, para que sigamos mirando árboles mientras nadás mar adentro

1. Delfi
Tu nombre es raza de mujer luchadora y valiente, la guerrera que acompaña al Pancho Ramírez, nuestra doncella guerrera de Sevilla.
Esta bella mujer; Delfina, me honró con su amistad entrañable durante 42 de mis 44 años. Nuestra patria de la infancia estuvo hecha de amor, de juegos, de naturaleza, fútbol, caballos viejos, tortugas locas, poesía, de algunas desmesuras, y de una desafiante vocación política clandestina, que solo pudo terminar cuando ya en la adolescencia la democracia lo hizo posible. Nadie que haya militado en La Plata en los años de la primavera alfonsinista puede haber desconocido a la chica más bella de la UES, con tu larga melena dorada, de la que todos se enamoraban irremediabemente.
Aventurera, libre, deportista, lectora, cinéfila, viajera, inquieta, movediza....
Aunque sus viajes la llevaron por la Patria Grande, y se mudó a Buenos Aires; aunque el neoliberalismo nos pinchó las ganas de militar durante años,....volvimos a encontramos como siempre, en las plazas de Néstor y Cristina; en los cuentos, los poemas, las canciones, las comidas, los vinitos, tus recetas macrobiótcas y tus amables consejos de yoga para una bruta como yo; en nuestras apasionadas charlas de política, nuestro peronismo tantas veces incomprendido, en el personaje de mi novela que, me dijiste, te hizo sentir menos sola en el dolor (y ya con eso todo lo escrito valió la pena).
Extraño ya esos papelones de sentarnos en un bar careta de Belgrano R, y sacar de las mochilas galletitas con jenjibre para cuidar tu salud, tupper con frutas mezclados con estudios médicos, mientras con Lucia nos reímos y lloramos, todo al mismo tiempo.
Te encuentro, te siento, escuchando estos romances tristes, como dice Elena, pero no podemos dejar de cantar; en la sirenita que alegra mi baño, que me regalaste para un cumple, ...en los árboles que observamos en el jardín de Estela, todavía sorprendidas ante el misterio de la vida...y de los finales. Te encuentro, mucho, intensamente, en Lucía Castelli , tu amiga-hermana; en Faustina Gil Soria, tu

hermana-amiga, en tus otros hermanos, tus bellos sobrinos. En cada uno de "los pedagógicos" y tus hermosas amigas de la adultez, Julia, Maribel, Mariana, Jimena, las del Centro Cultural Conti; en algunos de los hombres que tuvieron el privilegio de compartir una parte de tu vida y de tu amor....
La muerte pone fin al dolor querida Del, pero el amor es infinito. Y acá estás, en esta foto que tomó Faus, hace apenas dos meses, en Plaza de Mayo, después de esa merienda tan linda que compartimos. Te amamos. Por siempre. Nos vemos au claire de la Lune.


*********
2. Nosotros y la sudestada
Por eso, mientras damos manotazos para consolarnos con #palabrasmelodíasabrazos; mientras tu madre distribuye dibujos que ha hecho estos tiempos, quizá  para introducir vida en su taller, vida que acunara tu partida; mientras miramos con Lú, con Faus, el arbolito rojo, me llevás hasta él, confundís con nieve las imágenes que la enfermedad y la medicación han instalado en tus retinas, o en tu alma; o quizá algo más misterioso, quizá algo que te conecta con la infancia, tal vez con Tomás, con Juanita, o la escuelita, nuestros queridos "pedamongos", nuestros amigos de siempre, con los que armamos estos rituales de consuelo que saltean las fronteras de nuestras diferencias y siempre logran conectarse en ese amor despojado de máscaras que nos permitió saber desde siempre quienes somos los unos para los otros, y llamarnos después de diez años por nuestros nombres infantiles, y ayudarnos a dejarte partir sin egoísmo ; mientras te acuna la voz de madre, o de Lú, o la mía, leyendo a Herta Müller, o a Murakami, o a Ana Cecilia Prenz, o a Alice Munro, qué más da...es igual, son las voces, nuestras manos acariciando tu adiós...
Los perros dan vueltas por la casa. Una sudestada impuso sus condiciones a tu partida: como vos, rebelde, desordenadora de lo pautado, despeinadora, intensa.
Miro a tus padres y quisiera salir corriendo, poder propiciarles algún consuelo, quién podría...Ahí están, junto a vos, tus hermanos, Daniela, todos acariciando el misterio del final con rasguidos de guitarra criolla y acordes de hojitas rojas en árboles cercanos que el viento mueve, como aquel sauce... Titina con las flores que alegran el cuarto, Julia con su amistad casi siamesa,  Jimena más allá del océano, Mariana, las de los rulos y las lacias, Maribel, Lola, Elena, Chuje; Irupé, la cubana, Sofía....Nuestro amor se agranda, se hace puente, intenta animarse a soltarte, para que puedas ir, dejar este dolor que nos abruma.
Cantemos, mi querida, cantemos https://soundcloud.com/andr-gravat/sets/canciones-romances-y-baladas
Y entonces, encuentro este poema, lo pongo a tus pies, mi nadadora, que se aleja, mar adentro.

3. Poema
arbolito de Delfina
"Miro un árbol.
Tu miras lejos cualquier cosa.
Pero yo sé que si no mirara este árbol
tú lo mirarías por mí
y tu sabes que si no miraras lo que miras
yo lo miraría por ti.
Ya nos basta
mirar cada uno con el otro.
Hemos logrado
que si uno de los dos falta,
el otro mire
lo que uno tendría que mirar.
Sólo necesitamos ahora
fundar una mirada que mire por los dos
lo que ambos deberíamos mirar
cuando no estemos ya en ninguna parte."

(R. Juarroz, Sexta poesía vertical)