miércoles, 9 de noviembre de 2016

Margarita, la Ley Banelco, J'accuse o de como construir odio

"Además, la gente estaba harta de oír acusar a todo el mundo, 
y probablemente muchas veces sin
ninguna prueba, y oírselo a alguien que se excluía 
él mismo de la categoría especial a la
que, sin embargo, era sabido que pertenecía y
 en la que tanto le gustaba colocar a los
demás" 
(Marcel Proust, El tiempo recobrado).

I
E. Zola denuncia a varios altos funcionarios y militares
por su falsa acusación de espionaje y traición contra
el Capitán Dreyfus
No leí el Yo acuso de la diputada que fuera miembro informante de la Ley de flexibilización laboral ("Ley Banelco) de los 90. (1) Una ley que pasó a la historia por dos razones principales: porque fue uno de los casos de mayor corrupción en el Congreso Nacional, que provocó la renuncia de Chacho Álvarez y el comienzo del fin del corrupto y asesino gobierno de la (primer) Alianza -que integraban Lombardi, Cavallo, Lopérfido, Patricia Bullrich, entre otros-, y porque venía a dar por tierra con los derechos de los trabajadores. Derechos que eran el resultado de décadas de luchas, huelgas, represión, piquetes -que no se llamaban así- y que habían militado desde comienzos del siglo XX los trabajadores y trabajadoras, principalmente inmigrantes pobres, que eran socialistas, anarquistas y comunistas. Luego se consagraron como derechos gracias al temible "hecho maldito del país burgués" en su primer gobierno. Por ejemplo, jornadas de 8 horas, vacaciones pagas, estabilidad, indemnizaciones, aportes previsionales, ¿te suena?
Stolbizer acusa a CFK de tomar una marca de agua mineral cara
En el año 2000, la por entonces integrante del bloque cavallista/delaruísta neoliberal informaba en aquella sesión con un discurso que expresaba, mediante la corrupción del lenguaje que implica el uso de mentiras y eufemismos, lo contrario de lo que la ley proponía. Ella decía:
 “Nosotros necesitamos recuperar el derecho colectivo por sobre el derecho individual, recobrar el protagonismo de los representantes de los trabajadores para garantizar la disminución del grado de debilidad y vulnerabilidad que hoy padecen cuando se reúnen con su empleador para resolver el conflicto”.*
Ya sabemos de qué la iba en verdad la ley. Por otra parte, en ese mismo y nefasto debate, pero en el Senado,  la por entonces legisladora "santacruceña Cristina Kirchner afirmara que 'como peronista no cambio caída de salarios por planes Trabajar'"”.**
Siempre pensé que defender los intereses de patronales inescrupulosas y explotadoras, a costa del sufrimiento del pueblo trabajador, era por sí mismo un hecho corrupto, en especial, si venía de la mano de supuestos representantes de ese  pueblo, pertenecientes a partidos políticos supuestamente populares, como el peronismo o el radicalismo.
La actual acusadora por aquellos tiempos votaba a favor de darle a Cavallo superpoderes, es decir, al mega corrupto ministro que nos endeudó en la dictadura y durate el menemismo, causando así uno de los mayores daños que el pueblo argentino padeció.
Que los #macrisCeoócratas, o los #TrumpCat hagan eso, es lógico, representan los intereses de su clase, su constitución estructuralmente corrupta y mafiosa.
Lo otro es mas perverso.
Sin embargo no fueron los escándalos de corrupción lo que hicieron caer al gobierno de la Alianza, creo yo. No fue la Ley Banelco promovida por Margarita Stolbizer, entre otros. Fueron sus contradicciones, su incapacidad para resolver los urgentes problemas del pueblo argentino, su respuesta represiva a los justos reclamos y el asesinato de más de 30 personas en las calles.
Confieso que  ver el pretencioso remedo del  J'acusse en una edición muy cara, ocupando espacios centrales en las vidrieras y góndolas de las cadenas de librerías, me produce una mezcla de estupor, risa y vergüenza ajena. Calculo que habrán sido los editores quienes le propusieron a esta dirigente el título, pero creo que ha sido un error considerando que su pequeña minoría de seguidores se consideran cultos y "progresisas", gente "honesta", algo así, a juzgar por el relato que han construido en torno  esta señora tan aseñorada.
Con su aliado contra CFK, denunciado internacionalmente
por el caso más
 grande de corrupción que se conozca en el
 siglo XXI, los Panamá Papers,
por el cual reunciaron mandatarios de varios países.
Curiosa la cita a una de los textos de denuncia que mayor impacto político causaron en la Francia del siglo XIX,  el original de Emile Zola. Valiente, militante, el escritor denunciaba uno de los casos de mayor injusticia impartida por los poderes, sobre todo el militar y judicial, fundada en un profundo antisemitismo y en la necesidad de brindar impunidad a los verdaderos responsables de un crimen contra la nación. Todo el aparato judicial se puso en marcha para encontrar un chivo expiatorio. Y hablando de chivos expiatorios, quizá algún psicoanalista pueda abordarlo mejor desde esa perspectiva en este caso, ya que la usurpadora del título acusador es, paradójicamente, la constructora de un nuevo Dreyfus.

II.-
Recuerdo el impacto que me causó esta lectura del J'acusse, como el de la novela Verdad, en una edición de letras muy pequeñas que a mi padre le había regalado de chico una de sus tías Scheiner, que era una inmigrante rusa que había podido estudiar en la UBA y se dedicaba a las traducciones para ganarse la vida. En la comunidad judía causaba especial impacto esta lectura, supongo, también en Argentina, donde el fantasma de los pogromos perseguía a mis parientas que habían huido de una Europa que en cierta forma, se parece a la actual: nuevo avance del fascismo, el nazismo y otros formas de persecución e intolerancia.
Ni Macri, ni Trump salen de la nada. Muchas veces, estos discursos moralistas y antipolíticos como los de Carrió o Stolbizer constribuyen a crear un clima donde en lugar de una sociedad que reconoce sus conflictos, sus agonismos, se promueven prácticas de odio, de rechazo total por el otro, al considerarlo un enemigo, un no humano. Se forman cadenas de significantes y equivalencias, donde quien enuncia desde una supuesta superioridad moral -que no requiere ser probada y pese al a evidencia de la historia en contrario, como la participación de Stolbizer en la Ley Banelco- acusa, sin necesidad de probar nada y busca la proscripción, anulación o destrucción del otro.
Su gobierno mató a muchos argentinos en Plaza de Mayo en un funesto diciembre. No sé si escribió en ese momento otro Yo acuso para denunciar a sus por entonces -y ahora-socios políticos.
No creo en las buenas intenciones. En política, hay acción, prácticas, discurso (que es también práctica). No hay Yo acuso sin un mea culpa, para quien tiene más de 16 años y muchos años de vida pública. Años, por ejemplo, de ejercer la diputación y poco proyecto, poco trabajo, poco producido.
Pero volvamos a Emile Zola.

Consecuencias de la Ley de flexibilización laboral promovida
 por Stolbizer y la (Primer) Alianza. Fuente
No es el naturalismo la literatura que más me gusta. Sin embargo mucho después de Verdad, ya pasada la pubertad y finalizando la adolescencia, descubrí En busca del tiempo perdido. Como a muchos lectores, eso cambió mi vida para siempre en varios aspectos. En este caso lo menciono porque fue allí donde alcancé a comprender de otra manera hasta qué punto caló profundo en los hábitos, las gramáticas, las relaciones sociales, familiares, de amistad, y hasta en el mundo marginal de las prostitutas francesas, este caso.
Para personajes como Swann, implicaron la caída del podio de favoritos en el que la aristocracia del Faubourg Saint Germain lo había dejado ingresar debido a sus conocimientos estéticos, su cultura, su elegancia, sus juicios artísticos, su capacidad de seducir, su amabilidad, y, sobre todo, su riqueza. Si durante años esas cualidades les hicieron olvidar a príncipes, duques y duquesas, y otros miembros de las elites y de los burgueses en ascenso, como el propio Swann -y como la familia de Marcel Proust-, su pertenencia a la vil raza de los judíos Dreyfus reavivó todos los odios, fanatismos y deseos de exterminar al otro distinto, peligroso, inquietante. Ese que atrae tanto como repele, como le pasa a los machos violadores con las mujeres; como le pasaba a los torturadores genocidas de la ESMA con las detenidas, como les pasa a las políticas que no saben legar al corazón del pueblo ni a su cabeza, con el peronismo.
Ser judío, ser K, ser latino: cjorro, corrupto, asesinos de Cristo y mata niños.

III-
Sospecho que este producto comercial de campaña no dará el resultado esperado. Me parece que han subestimado  al propio electorado de Stolbizer, a ese 3, 51 % que la acompañó, y entre los cuales no tengo dudas de que hay gente lo suficientemente formada, en política y en el plano cultural, para distinguir una denuncia, una investigación valiente que apunta al corazón de los poderes corruptos de un rapto de narcisismo para recaudar fondos, porque su electorado pertenece a sectores medios urbanos universitarios principalemnte, que saben perfectamene de qué se trató el caso Dreyfus, por más fanáticos que sean, por más enfermos de odio que estén hacia el kichnerismo, eso lo saben.
¿Era necesario tanto?
"Ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot".







(1) En febrero del año 2000 el gobierno de la Alianza presentó ante el Congreso un proyecto que daba continuidad a las leyes sancionados durate el menemismo: achicameinto del Estado y en perjuicio de los trabajadores, como las leyes 24.013 (Ley de empleo) y la 24.465 (Régimen de Contrato de Trabajo), que dieron sustento legal a los contratos “basura” y protegían a los empresarios que despedían obreros sin pagar indemnizaciones. El proyecto de la Alianza avanzaba más: pese a las mentiras con las que la presnetó en el recinto la diputada Stolbizer, le daba marco legal a la flexibilización laboral. 



* Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Stolbizer-la-defensora-de-la-reforma-laboral-de-la-Banelco y http://www.lanacion.com.ar/6671-se-aprobo-en-la-camara-baja-la-reforma-laboral
** Fuente: diario Página 12, recuperado en http://www.pagina12.com.ar/2000/00-05/00-05-12/pag05.htm

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