viernes, 27 de enero de 2017

De los nacimientos de semillas de Auschwitz

Un 27 de enero de 1945 el Ejército Rojo, después de la heroica defensa de Stalingrado y de derrotar al enemigo fascista, liberó a los pocos sobrevivientes que quedaban en Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de exterminio del aparato de genocidio nazi.


¿Por qué nos atraviesa tanto lo que alguno de sus propiciadores principales dieron en llamar "la grieta"? ¿Por qué al punto de separar familias, amigos, conocidos, de modos bastante irreconcilliables?
Se me ocurre que en cierta forma lo que allí acontece (en ese abismo que se abre bajo nuestros pies) al constatar en el otro cierta ideología, cierta forma de pensar el mundo y los vínculos sociales, políticos, amorosos, económicos, tan extraña a la nuestra?
Ya no se trata de discutir con cortesía, o incluso con apasionada vehemencia, cuestiones de las polis. Se trata de un enfrentamiento profundo entre dos modos excluyentes de entender la vida en sociedad. Uno, que se posiciona en el individuo, alienado del mundo hecho por lxs otrxs, y también de la naturaleza en su face menos agradable, su inclemencia, su intensidad.
Por una lado están aquellos que se nos vuelven ajenos, porque han cruzado un límite que no soportamos. Y ese no soportar no es teórico ni exclusivamente racional, no lo soportamos en el cuerpo. No podemos soportar alguien que ya no solo justifique sino que goce de un orden social donde un par de adultos uniformados -que deberían estar ahí subordinados al poder civil para cuidarnos-, abusan y maltratan a un niño solo porque pueden, solo porque es el único modo en que cierta clase de resentidos logra sentirse bien, que es imponiéndose a otro por la fuerza?
Auschwitz no se construyó en un día.
¿Cómo se podría haber llegado a ese horror sin tantos permisos, habitaciones, contribuciones o indiferencias sociales previas?
Los especialistas hablan de la construcción del otro negativo.
El otro no humano.
El otro cucaracha, kuka.
Cualquiera que analice y estudie en serio, y no leyendo panfletos berretas,sino que lo haga desde la literatura, la música, el cine, las ciencias sociales, la pintura, por ejemplo, el periodo previo a Weimar, Weimar y los primeros años del nazismo o del fascismo, tiene que tener los pelos de punta al mirar nuestro país, y gran parte de la región.
Se ha querido instituir el significante populismo para decir algo que refiere a liderazgos típicos de lo que Laclau llamó en todo caso populismo de derecha.
Ya no sé si es eso.
Muerte y Vida, G. Klimt, 1908-1911
Esto es un liderazgo vernáculo que representa tal vez los nuevos modos de liderazgo globales, con elementos y prácticas del fascismo clásico: discilplinamiento social mediante el disciplinamiento económico y laboral; embrutecimiento de las personas, al obligarlas a concentrarse exclusivamente en la supervivencia; espionaje, represión, amedrentamiento, amenazas, censura de toda disidencia, pero con las herramientas de las TIC. No necesitan ejércitos de ocupación ni hacer campos, los ciudadanos hemos perdido en gran medida nuestra capacidad de organizarnos y de comunicarnos por fuera de las redes y de las herramientas del poder.
Lo dispositivos de comunicación educación avanzan sobre nuestra subjetividad, nos despertamos y en los celulares, los Big Brother Band nos dicen qué noticias leer, que temperatura hay, dónde están nuestros afectos, nos arman en dos minutos un cierto mundo mediatizado, a la vez que nos alejan(mos) del mundo que percibimos con nuestros sentidos de manera directa.
Y aunque veamos el dolor, el hambre, la angustia, en a calle, en el micro, en el subte, en los caminos, no empatizamos. Nos conmueve el dolor siempre que esté mediatizado por alguna pantalla.
Y las pantallas, tristemente, no tienen ni la sensibilidad ni la capacidad de los seres humanos de amar, aunque el amor sea na herramienta letal contra el sistema.
El amor en su expresión más extraordinaria, que es el amor al prójimo, es lo más subversivo que se conoce.
Entonces, es eso lo que nos separa.
La vida, como la sentimos y gozamos quienes experimentamos las delicias y los sufrimientos del amor al prójimo (por más que ese prójimo sea feo, tenga sarna, diría Jauretche; huela mal, se coma las eses), y de aquellos que solo pueden amarse a sí mismos.
Para amarse solo a uno mismo, es necesario experimentar una suerte de negación de la condición humana del otro, es necesario olvidar que es igual que nosotros, pero distinto. ¿Cómo matar, torturar, eliminar a otro si lo consideramos humano?

Auschwitz es el extremo, lo insoportable, pero la esencia del capitalismo consiste en eso, en explotar, matar, torturar a millones de seres humanos.
Eso es Auschwitz.
Y el neoliberalismo globalizado engendra cada día semillas de Auschwitz, hay pequeños brotes acá y allá. "El trabajo os hará libres", se leía a a entrada de los campos de exterminio. Pero no es "el trabajo" lo que nos hará libres, al menos, no el trabajo esclavo, no la explotación. Libres nos hará la justicia social, la igualdad.
Cada derrota de la justicia social, cada derrota en lograr sociedades más iguales y democráticas, es una semilla que puede crecer hacia el exterminio. Y cuando digo democráticas incluyo también la idea de democratizar un poco  la economía, repartir una tajadita al menos.
Esa gente que se llena la boca hablando de la Shoá, o de cualquier otro genocidio ocurrido u ocurriendo, lo mismo que los negacionistas, pero permanece indiferente ante las crecientes señales políticas de prácticas fascistas (Milagro Sala es, si se quiere, el emblema, pero hubo los balazos sobre los niños murgueros, sobre muchos trabajadores, muertes, ataques a comunidades mapuches), es decir, cuando el aparato del Estado y las fuerzas de seguridad de manera directa, o bien propiciando y alentándola cuando surge en la sociedad, imponiendo el poder de los ricos, los fuertes, una minoría, por sobre los más débiles: los niños, las mujeres, las comunidades originarias, los viejos, los enfermos, los migrantes pobres....
¿Esa gente, dónde encontrará paz, dónde encontrará un camino de regreso a las prácticas humanizantes si persiste en su complicidad?
Hagan lo que hagan, la vida prevalece.





domingo, 22 de enero de 2017

Semiónov, The americans y la marcha de las mujeres


Leer a Semiónov mientras sigo The americans me rusifica más.También abre cierta perspectivas para no olvidar que esto también pasará. Los 40 y los 80. Guerra Patriótica (segunda Guerra) y Guerra fría. Semiónov (cuya historia para quienes no la conozcan es extraordinaria) narra las aventuras de Stirlitz, agente soviético infiltrado en las altas esferas nazis fascistas y uno de los héroes de ficción más populares en la URSS. En la serie, seguimos la historia de dos agentes de la kGB - que se ocultan bajo la identidad de una familia estadounidense. Desde ya, en ambos casos, los héroes y heroínas arriesgan su vida en operaciones de inteligencia motivadas por un profundo sentido de lealtad y de defensa de su patria y su revolución comunista del fascismo capitalista en sus distintas versiones.
Ayer en la serie (no spoileo) me detengo en un diálogo en el que los de la kGB se burlan del ingenuo activismo pacifista de las marchas contra Reagan de los estadounidenses. Mientras ellos pelean la verdadera guerra revolucionaria, y son perseguidos por la CIA y el FBI, grupos de activistas parecen "jugar" a la política y se hacen arrestar en una marcha a favor del desarme nuclear. ¿Se acuerdan de nuestra infancia? No se hablaba del cambio climático ni de la defensa de lxs animales, se hablaba de la carrera armamentista, el "peligro amarillo" (que no era el que padecemos lxs argentinxs ahora, sino China comunista) y los derechos civiles).
Fuente:
Lo cierto es que, y desde ya esto es una simplificación forzada, Estados Unidos ganó la batalla cultural y económica en esa etapa. Sin embargo, mientras acá en el sur y en otra partes de América latina luchamos con urgencia y desesperación para sobrevivir a las alianzas de buitres transnacionales, la movida de ayer de las mujeres en EEUU y en varios países me deja pensando. No son los ochenta, no son Thatcher, Reagan, el
Consenso de Washington en sus inicios No había redes sociales ni celulares. Pero
sumando resistencias que se están organizando en Argentina también, ¿es muy estúpido considerar que puede venir una nueva bisagra, es decir, fundar esperanzas en estas movidas de resistencia a los sistema de opresión e injusticia que ocurren en tantos países, incluyendo el nuestro? 
Las mujeres somos siempre más pobres, más negras, más latinas, más putas, más chorras, más oprimidas, más terroristas, más violables, más traficables, más locas que lxs hombres. Pero cuando se meten con los derechos de los que amamos y nuestros derechos...¡Ni Shagu Nazad!

jueves, 5 de enero de 2017

Somos educadores, somos trabajadores, somos "los tutores virtuales" de Nuestra Escuela

¿Qué es ser un tutor virtual? Discursos cínicos y otros ataques
Leo en las redes comentarios que se suponen graciosos, y se han vuelto cínicos, respecto a los trabajadores y trabajadoras echados ("tutores virtuales") del Programa Nacional de formación Permanente "Nuestra Escuela, de los cuales formo parte y que el 31 de diciembre nos quedamos sin trabajo, fuimos a reclamar y nos respondieron con represión..
El sueño de la razón produce monstruos, Goya, 1799.
 Este solo enunciado de "trabajadores y trabajadoras", formulado en lenguaje no sexista, al igual que este otro:"trabajadorxs", que se aparta de las recomendaciones de la American Psychological Association (APA) -que hemos adoptado en gran parte del mundillo académico argentino casi sin hacernos ninguna pregunta acerca de otras alternativas ni de las razones, incluso en espacios de investigación acerca de las prácticas d e escritura, lectura, edición, comunicación, ¡pobre Andrés Bello!-, concita el repudio de muchos doxafílicos de las redes y otros medios de comunicación que suelen expresar gran apego a las normas, siempre que éstas no cuestiones el orden social injusto, o el funcionamiento de las instituciones y dispositivos del capitalismo o de culturas hegemónicas (esta palabra la odian, el significante "Gramsci" los subleva, poco lo han leído, pero en el depositan gran parte de sus frustraciones intelectuales y sexuales) o se metan con sus bienes.
Que no lo entienda alguien que se dedica a otra cosa no solo es comprensible, sino también lógico. Cada profesión tiene su jerga, y los discursos construyen sentidos distintos en contextos diferentes, y quienes no participan de esta no tienen por qué entenderla. 

A esas personas que realmente quieren entender el tema, "Nuestra Escuela" es el nombre del Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP), una política de capacitación permanente, gratuita y que da puntaje en la carrera profesional de maestros y profesores a medida que estudian una especialización de posgrado ("Postítulos"). Es decir, algo que impacta directamente en la mejora de los procesos de enseñanza aprendizaje en las aulas, un derecho para los diez millones de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que estudian en Argentina en la educación formal obligatoria y en experiencias alterativas y/o socioeducativas. Lo innovador es, de la mano de la expansión de la conectividad, las TIC y el equipamiento de computadoras, se desarrolla en la virtualidad, lo cual además de hacerlo posible es mucho más económico que cualquier otra vía para llegar al millón de colegas que dan clases en las 24 provincias argentinas, en escuelas de gestión estatal y privada, de todos los niveles y modalidades. 
Una trama compleja, por cierto.
Este programa nacional y federal se desarrolla en un medio virtual: una plataforma educativa ( "e-educación, educación a distancia, como les guste), y cuyos equipos técnico pedagógicos están formados por docentes formadores de otros docentes que están frente a las aulas (es decir, frente a alumnxs desde nivel Inicial a Superior) especialistas en las diversas materias ("módulos") que conforman los "postítulos o Especializaciones" o Posgrados, en disciplinas que se dictan en los distintos niveles de la educación formal y otros ámbitos. Sostenidos y acompañados por un maravilloso equipo experto en  educación y TIC, con webmaster y otros colegas cuyos saberes son también indispensables.
Además, lxs docentes le demandaron por década al Estado nacional que cumpliera con su responsabilidad en este sentido, y si bien en estos años se hicieron experiencias "piloto" con un par de Postítulos, además de cursos y seminarios, todos los ministros de educación provinciales, más la Nación y los sindicatos docentes acordaron en paritarias (que es la normativa que prevé la insticuionalidad democrática para estos acuerdos y políticas federales) desarrollar esta experiencia ambiciosa, desafiante, que puede combinar (que me perdone Rozitchner) pensamiento crítico y "motivación" sin considerarlos excluyentes, que incluso algunos pensamos que puede ser parte de proceso de cambio de paradigma pedagógico.
(De paso, a este filósofo me gustaría peguntarle cómo motivarnos cuando nos quedamos si trabajo o cuando tenemos dos o tres y aun así no nos alcanza para vivir.)
Como sabe cualquiera que conozca un poquito de cuestiones educativas, algo que apenas empezó en 2014 no puede ser evaluado con rigurosidad tan pronto, sin embargo, existen numerosas herramientas científicas que permiten diagnosticar los resultados sumamente positivos del camino transitado hasta el momento.
Como es obvio también que estas políticas públicas van de la mano de otras (Conectar, construir y equipar escuelas, la AUH, becas, entre muchas otras) para poder ser efectivas, y son el resultado de largos procesos y construcciones de consensos políticos y sindicales.
Unos 140.000 docentes están en la actualidad (la mayoría mujeres, muchas jefas de hogar) haciendo el esfuerzo de cursar alguno de estos posgrados. A mi juicio un gran número no lo hace solo por el puntaje y por mejorar su carrera, sino por su compromiso con la enseñanza, con la educación como herramienta de emancipación. Me baso para decir esto en mi experiencia personal, que consiste en haber producido, en función del rol que tengo en el PNFP, los contenidos para varios cursos entre 2012 y 2014, y en diez bimestres con diez cohortes diferentes de colegas alumnos/as de todo el país. Es decir, mi tarea ha sido, dentro de un equipo mucho más grande que cualquier individuo, la de "contenidista" y "responsable de contenidos": escribir clases, actividades, seleccionar materiales multimediales, bibliografía, coordinar reuniones de equipos técnico pedagógicos, realizar evaluaciones, recorrer instancias presenciales, sobre todo, estudiar y estudiar, seguir a mi vez formándome y especializándome con otros en diversos ámbitos académicos,como hacemos la mayoría de los 3000 despedidos. 
Además, reescribir, revisar la propuesta, debatir y discutir con cursantes, colegas, coordinadores y equipos de tutores los errores, las posibles mejoras, las reorientaciones pedagógicas, didácticas, escriturales, a la vez que incorporando nuevas herramientas que los increíbles colegas de las áreas de TIC nos desarrollan, siempre a contrarreloj, pero siempre con tutoriales ad hoc, con paciencia para quienes manejamos solo algunos aspectos de la "plataforma" (que es el medio virtual donde tenemos las aulas, publicamos los contenidos, los foros donde intervienen los cursantes, entre otras cuestiones). Mi módulo se llama Pensamiento Pedagógico Latinoamericano, (PP), y lo hemos ido pensando juntos con quienes nos precedieron en la tarea, como Jorge Huergo, y colegas que nos acompañan hoy. 
Hasta 2016, además, hacíamos reuniones regulares de trabajo con otros equipos del PNFP y con autoridades del Instituto Nacional de Formación Permanente (INFD) y del Ministerio de Educación.
Este año no las hubo. Salvo pequeñas excepciones. Apenas una solo del Postítulo que integro, y en mi caso, pero ha sido una excepción sobre la que no hablaré acá.

A los doxafílicos 
A esos doxafílicos cínicos, opinadores mediáticos y virtuales, soberbios y pretendidos "iluminados", "modernizados" , es bueno recordarles que manejan lenguajes antiguos, universos vocabulares (diría Freire) que no los hacen ver ni graciosos ni inteligentes, sino más bien necios y anquilosados a pesar de haber tenido en muchos casos el privilegio de acceder  a niveles educativos "de calidad" (¡Ay, el flagelo de la educación privada y en especial, la educación privada universitaria!).
Por lo general muchos de estos son personas cuya única motivación en la vida es el beneficio individual y por lo general, material. Esos mismos que nos califican como "ñoquis" y "vagos" jamás moverían un dedo, y mucho menos trabajarían la carga horaria que nuestros contratos establecen (y que suele ser menor a lo que hacemos) y que el sistema digital -que controla a lo Big Brother- por montos que en nuestros devaluados salarios y en las condiciones precarias que tenemos. 
¿Creen  que inscribiendo nuestra demanda en una interna kirchnerista/cambiemos la des legitiman? En un colectivo de 2600 trabajadores virtuales convivimos diversas ideologías, posiciones políticas, pedagógicas, metodológicas, disciplinares. Pero nos une profundamente el compromiso con lo que hacemos, eso que Freire llama la "amorosidad", combinada con nuestra formación académica, ya que todos y todas somos especialistas, con estudios superiores universitarios y/o terciarios, la mayoría con posgrados, eso sí, predominan en este colectivo la formación en universidades públicas.
Tenemos saberes del hacer, esa práctica pedagógica que se funda también en la disciplina de sentarse varias horas por día, sean feriados o fines de semana. 
Lo personal, solemos decir las feministas, es político.

Nota al pie: el sentido político de juntarse, de abrazarse
Hoy una compañera de otro de mis trabajos, amiga, me compartía un artículo que analizaba las formas del amor en el mundo contemporáneo, con relación al modelo capitalista de pareja, de familia, de maternar y paternar. 
Instituciones y modelos que, afortunadamente en algunos casos, están en crisis, y que, como todos los dispositivos del capitalismo y de su supuesta racionalidad, engendran no solo monstruos, sino también mucha angustia que hace síntomas en nuestros cuerpos, en nuestras psiquis, en nuestros vínculos.
Hace poco, la amiga cubana de una amiga querida que ya no está, nos señalaba en un hermosos encuentro donde hacemos lo peor que se puede hacer para la racionalidad capitalista: juntarse porque sí, sin ninguna razón de productividad ni económica, a "perder el tiempo" y la plata, comiendo y bebiendo cosas ricas con amigos y amigas, conversando acerca de literatura, de arte política, de culturas, de vínculos familiares, nos señalaba cómo el llamaba la atención nuestra pasión pro el psicoanálisis, con todo su discurso centrado en el individuo, en el sujeto, tan lejos de las prácticas políticas y de salud colectivas de su país.
Hijos e hijas de esas socieddaes, nuestra angustia es doble: es la de buscar el mango, hacer malabarismos de agendas donde se trabaja 7 por 24 en general, salvo que se tenga mucha suerte y se pertenezca a una pequeña minoría, que por lo general tiene poca conciencia de sus privilegios y suelen creer que su realidad es la de todos, o bien creer fanáticamente en la meritocracia y desconoce su historia familiar, patrimonial y el peso de las circunstancias materiales que eso le otorgan. Estas reflexiones, como otras miles, no son más que doxa, opiniones, expresiones de mi subjetividad en este espacio de escritura personal visitado por un pequeño número de lectores y navegantes que así lo eligen.
Sin embargo, en la compleja trama de la educación comunicación contemporáneas, si pensamos la educación como una tecnología de la comunicación, tal como por ejemplo, señalaba Adriana Puiggrós hace poco,* el impacto en las subjetividades y en la construcción del sujeto pedagógico argentino, en las formas y modos de hacer escuela (sobre las cuales han reflexionado de modo muy interesante Marcela Martínez (2015), entre otros, y Fernando Peirone recientemente).
Aprendimos de pedagogos y maestros como Mariátegui, como Taborda, que el optimismo pedagógico propio de la Modernidad y su proyecto educativo fracasa si no hay proyecto político, económico y social que construya mayor justicia social y amplíe derechos como puentes hacia sociedades más igualitarias.
América Latina es la región con mayores niveles de desigualdad, también educativa.
Sin políticas públicas activas desde el Estado no habrá chances de mejorar la calidad (incluso, cuando usemos esa palabra con diferentes sentidos unos y otros, digámoslo provisoriamente al menos).
Con Freire, con las cientos de miles de experiencias como la de Warisata en la Bolivia de los años 30 , pero sobre todo, con las de los 130 000 colegas que nos acompañan ahora, y todos los que iban a sumarse, que la escuela sola no puede mejorar la vida de las personas ni, sobre todo, de las personas empobrecidas (porque los pobres no nacen de repollos, claro está, alguien se ha quedado con lo suyo). Pero sin la escuela n ose puede nada.
¿Y qué es la escuela, o las escuelas en todos sus formatos y modelos -grandes, pequeñas, urbanas, alternativas, rurales, de arte, integradas, con edificios nuevos, con edificios viejos, en modalidades virtuales- sin los maestros, maestras, profesores, directivos formados?
Foto Ale Dranovsky, 3 de enero 2017,
Abrazo al Ministerio de Educación, Caba.
Es como imaginar una escuela sin niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos.
¿Y qué es del sujeto pedagógico en construcción, y de esos pibes, si se subejecuta el presupuesto asignado para ellos y se despide a sus docentes?
Sacarles escuela, sacarles computadoras, sacarles cultura, sacarles deportes, y meterlos en cana desde los 14.
¿Ese es el proyecto?
Nosotros, en cambio, nos abrazamos, y seguimos la lucha.




*En el contexto de un seminario organizado por la Cátedra Libre "Jorge Huergo", en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, septiembre 2016.