domingo, 6 de mayo de 2018

Puro desierto

J está componiendo. Se escuchan fragmentos de su música que me envuelve y me transporta.
¿Cuándo fue que empezó a enseñarme cosas? Desde antes de nacer.

Yo pienso en los espacios reales e imaginarios.
El desierto es donde no hay vida y no hay amor.
Cada tanto una flor y un espejismo.
La calle es una posibilidad de huida y de regreso, de encuentro y de escape.
Es lo contrario a la libertad y a la vez,  lo que me recuerda su existencia.
J escucha a una cantante que también escucho y escuchan mis amigas Z y M.
Recuerdo la música de A, sus ensoñaciones. Es como si lo viera en la playa, con los auriculares y los anteojos de sol, tan ensimismado, tan hermoso y tan lejano.
La boca hinchada por el sol, el cigarrillo, la certeza de su amor.
Un viento vino y arrasó con todo nuestro mundo.
El desierto esconde la vida.
Y yo quería escuchar tu música y tus canciones, pero no hay un lugar.
Hay puro desierto.
Donde no hay nadie, no estás vos, no estoy yo, no hay canciones, no nos encontramos.

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